Hace un par de días me encontré con el profe Mauri y entre conversa y conversa, le pregunte si me podía presta su libre, las 100 mejores Fotografías de la historia, por que quería sacar unas ideas, para un t
rabajo más adelante, el Profe evidentemente después de un par de bromas y estupideces, típicas de el, me lo facilito. Fue sumamente entre observar aquellas imágenes, donde se entrelazaban colores, sentimientos y emociones, de un nivel de profundidad, que a simple vista se podían apreciar.
Algunas de estas imágenes me fascinaron, por que de verdad pensaba, lo oportuno que fue el fotógrafo para alcanzar a captar aquella imagen, pero en otras me decía a mi mismo, lo fuerte que debe a ver sido para el, haberse encontrado en ese momento ahí y no a ver sido capaz de hacer nada más, que sacar su cámara y fotografiar aquella imagen.
Momentos que jamás serán borrados de las mentes, de aquellos que las presenciaron y que gracias a su pericia y habilidad, son ahora una radiografía de nuestro mundo y nuestra sociedad, mostrándonos todas aquellas m
aravillaras cosas que nos rodean, 
emocionándonos hasta las lagrimas con su dolor y amargura, demostrándonos que no somos los reyes de este planeta, sino más bien simples invasores, deseosos de robarnos de el, todo cuanto podamos, incluso nuestras propia vida…
Que las imágenes reflejen un momento o realidad, no es una novedad, ni algo de gran profundidad, pero que ese reflejo, sea el hambre de un niño, el llanto de una madre o el dolor de una familia, por la muerte de un ser querido, eso si da para reflexionar.
Tratemos que el mejor de los retratos, venga de nosotros, haciendo el bien al resto y entregando a nuestros hermanos, la paz y alegría necesaria para aliviar su dolor.
Un pequeño deseo navideño, ojala que quien lo pueda cumplir, lea esto cuanto antes…
rabajo más adelante, el Profe evidentemente después de un par de bromas y estupideces, típicas de el, me lo facilito. Fue sumamente entre observar aquellas imágenes, donde se entrelazaban colores, sentimientos y emociones, de un nivel de profundidad, que a simple vista se podían apreciar.Algunas de estas imágenes me fascinaron, por que de verdad pensaba, lo oportuno que fue el fotógrafo para alcanzar a captar aquella imagen, pero en otras me decía a mi mismo, lo fuerte que debe a ver sido para el, haberse encontrado en ese momento ahí y no a ver sido capaz de hacer nada más, que sacar su cámara y fotografiar aquella imagen.
Momentos que jamás serán borrados de las mentes, de aquellos que las presenciaron y que gracias a su pericia y habilidad, son ahora una radiografía de nuestro mundo y nuestra sociedad, mostrándonos todas aquellas m
aravillaras cosas que nos rodean, 
emocionándonos hasta las lagrimas con su dolor y amargura, demostrándonos que no somos los reyes de este planeta, sino más bien simples invasores, deseosos de robarnos de el, todo cuanto podamos, incluso nuestras propia vida…Que las imágenes reflejen un momento o realidad, no es una novedad, ni algo de gran profundidad, pero que ese reflejo, sea el hambre de un niño, el llanto de una madre o el dolor de una familia, por la muerte de un ser querido, eso si da para reflexionar.
Tratemos que el mejor de los retratos, venga de nosotros, haciendo el bien al resto y entregando a nuestros hermanos, la paz y alegría necesaria para aliviar su dolor.
Un pequeño deseo navideño, ojala que quien lo pueda cumplir, lea esto cuanto antes…
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